He leído en un articulo
publicado en la prensa, que el señor Mario Draghi, Presidente del Banco Central
Europeo, ha dicho que :
Para “aumentar la
competitividad”, el BCE considera “urgente” el reducir “los costes laborales y
los márgenes de beneficio excesivos”, especialmente en los países con un alto
nivel de paro.
Por lo que se ¨sugiere” medidas como “reducir el salario mínimo”,
“relajar las leyes de protección laboral”, “permitir la negociación salarial a
nivel de empresa” y “abolir la interrelación entre salarios e inflación”.
Señor Draghi, estoy
totalmente de acuerdo con usted. En España, los trabajadores le resultamos
demasiado caros al empresario, nuestros sueldos que han tenido unos incrementos
anuales desproporcionados en relación con el IPC y nuestro rendimiento, nos ha
colocado en la cabeza de Europa por ser los trabajadores con los salarios más
altos, a la vez que éramos los que menos horas semanales trabajábamos.

Gracias a la entrada de
España en la Comunidad Económica Europea, nos pudimos sentir europeos y
equipararnos al resto de ciudadanos de esta gran Comunidad, nuestros patronos,
no nos equipararon el sueldo al del resto de ciudadanos, sino que por chulería española
nos lo incrementaron más aún, y encima con Seguro Médico Privado y eso que
nuestra Sanidad ya era excelente y con Seguro Dental incluido, pero claro esta,
que al buenazo de nuestro empresario y sobre todo de nuestro Gobierno que por
sobreprotectores todo nos lo dejaban pasar quan niños mimados, consentidos e
impertinentes, para no coger pataletas, la situación no podía resultarles
infinita.
Por ello ahora los
trabajadores de este país europeo llamado España, nos sentimos culpables,
porque no han sido los Gobiernos, ni los políticos, ni los empresarios, ni los
banqueros, los que han llevado a España a la ruina, no, hemos sido los trabajadores,
por cobrar sueldos excesivos, y las esposas de los trabajadores por incluir en
el carro de la compra productos de calidad para su familia y sus hijos, por
tener la puñetera manía de desayunar cada mañana, y comer cada día, y cenar
cada día, y merendar, y tomarse alguna Coca-Cola, y los padres de los
trabajadores, porque después de estar cincuenta años trabajando y sentirse
cansados, aceptaron una digna jubilación a regañadientes y que a veces apenas
les llega para sobrevivir dignamente.

Por ello, pueden ustedes
levantar la cabeza con orgullo señores del Gobierno, señores banqueros, señores
políticos, la culpa la tienen todos menos ustedes.
Por ello, Señor Rajoy, hada
caso del Sr. Draghi, soy yo el que le pido, le suplico, bájeme usted el sueldo,
que ya no lo soporto más, la losa que soportan mis espaldas pesa demasiado, bájeme
el sueldo, que los que cobran el salario mínimo, también se lo agradecerán. Ya
he hablado con mi familia y estamos de acuerdo, mis dos hijos se turnarán para
desayunar, lunes, miércoles y viernes, Pepito, martes, jueves y sábado,
Manolito y el domingo como no hay colegio a ayunar. Mi mujer y yo comeremos del
mismo plato, y en cuanto a la cena, nos la repartiremos.
Además, que suban los
precios, más todavía, que como más suban menos compraremos, como menos
compremos, menos comeremos, como menos comamos, menos colesterol, más sanos
estaremos y así iniciaremos una nueva raza, para el seños Rajoy.
Pero ahora que pienso, si no
ingresamos por trabajo, y nos suben los impuestos, no consumimos, si no consumimos, no rota el
dinero, y si no rota el dinero, no se pueden generar puestos de trabajo, si no
se generan puestos de trabajo no se general riqueza, y si no se genera riqueza.
¿Cómo vamos a salir de la crisis? ¿Bajando los sueldos a los trabajadores?
¿Bajando las pensiones? ¿Subiendo los impuestos? ¿Subiendo los precios?
Me parece Señor Draghi que
por muy jodida que este la cosa de los caminos en el BCE, con España están tomando
el camino equivocado, que los españoles ya estábamos bastante tocados económicamente
antes de que ustedes llegaran, que el trabajador español no es el trabajador
alemán.
Señor Rajoy, hágaselo mirar
bien, que como sigamos así más vale volver a pagar en reales que continuar en
el euro. Acuérdese que una vez un lugar llamado la Bastilla, cayo por el pueblo
y que hasta el invencible ejercito napoleónico huyo despavorido cuando en un
lugar llamado el Bruc, un muchacho, uno solo, hizo unos redobles de tambor. Así
que no nos obligue a apretarnos más el cinturón, que a mí ya no me pueden hacer
más agujeros.
Jaume Cases
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